Hacer mi intercambio profesional para abrirme en el mundo laboral
Tiempo de lectura: 2 minutos
María Camila Crespo es una joven barranquillera que tuvo la oportunidad de ser vicepresidente de intercambios profesionales salientes para AIESEC en Uninorte y directora nacional de este mismo programa de intercambio en Colombia, la cual hoy nos trae su historia con las prácticas profesionales en el extranjero, cuando decidió tomar su intercambio impulsada por la necesidad de homologar sus prácticas con la universidad, porque a pesar de tener unas ya adelantadas en ese lugar, ella estaba buscando vivir la experiencia del intercambio, después de estar por 2 años y medio dentro de la organización.
Todo empezó en noviembre de 2018 cuando me aprobé y se materializó a finales de enero de 2019 cuando tuve la oportunidad de tomar dos intercambios en países diferentes por mi creencia de querer conocer más lugares y vivir la riqueza multicultural que tienen los diferentes países; teniendo como primer destino: México, lugar donde vivió dos meses y trabajó para un coworking en Toluca, muy cerca de la capital federal del país.
Sentí que mi experiencia en este lugar fue muy chévere porque la empresa era totalmente nueva y era gratificante porque todas las ideas que diera, confiaban y creía que era buena y fácil de implementar. En esta startup me encargué de las comunicaciones y el posicionamiento, puesto que mi misión era captar nuevos clientes y posicionaramos cómo marca en la ciudad, siento la única practicante de AIESEC en ese lugar hasta ese momento, siendo algo muy agradable desde ese punto de vista.
En cuanto a mí otro destino, también viví un tiempo en Perú, más exactamente en Lima, trabajando para una empresa de tecnología llamada Disnovo, la cual era un contraste total a la otra startup, porque estaba ya constituida y experta en ofrecer productos y servicios a otros aliados; siendo acá apoyo para el área de marketing y especialista en este tema. Una experiencia demasiado retante sin duda, por el hecho de vivir fuera de mi casa y tener que adaptarme a una nueva familia, cultura y gastronomía, haciendola genial al mismo tiempo.
Teniendo en últimas una enseñanza muy grande y es el estar siempre abierto a probar y hacer cosas diferentes cuando está en otro lugar. Actualmente, puedo decir con total confianza que mi intercambio ha sido de mis más grandes inversiones de todo tipo, porque me hizo crecer más de la cuenta y con habilidades que ya tenía, viendo el aporte que como joven le doy a unas empresas para que crezcan mucho más y el conocer lugares como Chichen Itza y Machu Picchu.
Finalmente, las enseñanzas y aprendizajes más valiosos están en el hecho de al irte de intercambio y más profesional, se brinda la oportunidad de ver las necesidades de las empresas actualmente, que van más allá de la capacitación profesional y que se guían por el interés hacia el crecimiento personal en el exterior, así como también en la rutina de trabajo, porque te sacan de la zona de confort, por ejemplo, cuando te piden plantear un plan del que no se tenía información a la mano, por lo que todo terminaba dependiendo del empeño que estás haciendo para lo que estés creando en esa empresa, buscando un lugar donde sientas que estás aportando algo a alguien y no tanto trabajar por trabajar.